Así rezaba en la invitacion de la preciosa boda que os
traemos hoy, Carlos, el hijo de Lydia y Carlos, nuestros novios de hoy, nos
invitaba a acompañarle a el y a sus papas a su maravilloso enlace.
El lugar, El Castillo de Monteviejo en El Molar, la hora,
las 8 de la tarde, y allí estábamos todos esperando espectantes la entrada de
los novios, pero sobre todo como en cualquier boda, la entrada de la novia.
Y allí llego ella, radiante de blanco como no, con un
vestido corte sirena de pronovias, con encaje y escote en la espalda. Sus
complementos, un precioso velo de tul con encaje en los laterales, unos
pendientes de pedrería largos, a juego con una pulsera. Y lo más deseado, con
el permiso del vestido, los zapatos y el ramo, azules. El ramo era de flores
preservadas en blanco con el tallo todo forrado en lazo azul, y un pequeño
detalle muy emotivo para ella, una foto de su padre.
No nos olvidamos de Carlos, que también iba muy guapo y
elegante, con traje negro y chaleco y corbatín morado. Llegaba del brazo de su
madre, también muy guapa con un vestido en color coral, con una sola manga
compuesta por un lazo, y una tiara de brillantes.
La ceremonia civil fue muy emotiva, con sorpresa incluida
para el novio, Lydia le dedico una canción cantada por ella misma, con la que
nos emociono a todos, pero mucho mas a su novio y futuro marido en ese momento.
Durante toda la ceremonia, un coro rociero se encargó de amenizar esta y
emocionarnos un poquito a todos con cada canción.
Con estos carteles, estilo antiguo, nos indicaron a todos
donde tendría lugar cada momento.
Para la salida de los novios, se preparon estos conos de
arroz, de cartulina y blonda blanca, decorados con mucho cariño con una
mariposa.
Y este era el original photocall:
Ya en el convite, los novios no se olvidaron de las personas
especiales que les han acompañado y tuvieron detalles para cada uno de ellos,
aquí os dejamos fotos de algunos.
Para la cena los novios quisieron bromear y dejaron unas
minutas hechas por ellos mismos en las que rezaba que la cena serían cosas
caseras de casa, y de marca blanca. Nada que ver con el menú real que estuvo
delicioso, muy bromistas estos chicos y una idea original.
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La novia con sus damas de honor, muy importantes para ella. |
Tras la cena, llegó el baile, una pieza lenta que los novios
habían ensayado mucho tiempo y que les costó sus clases, un baile muy logrado
incluyendo sus portés, sorprendieron a todo el mundo y yo creo que también a
ellos mismos, que vieron que habían sido capaces de perder el miedo y la vergüenza
y disfrutar de ese momento único, como lo es, el primer baile de casados.
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Detalles para los hombres |
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Detalles para las mujeres |
Más tarde, llego la mesa de dulces!! Y allí corrimos todos
como locos a deleitarnos con esos deliciosos muffins y esas brochetas de
chucherías que tanto se agradecen tomando unos cócteles.
En la zona del jardín, los novios nos dejaron una mesa con
unas piedras para que les dejásemos nuestros mensajes, con los cuales después
harán un mural y lo pondrán en la pared de su casa para recordar los mensajes
de cariño que les dejaron sus seres queridos en ese día tan especial y no lo
olviden nunca.
Que seáis muy felices!
Nos vemos en el próximo!
Sahe Wedding
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